Empecemos a hablar de sostenibilidad empresarial: Dimensión Social
El compromiso y búsqueda de la sostenibilidad empieza de manera individual, sigue en nuestros hogares, y continua en nuestros lugares de trabajo. Ya sea como empleado, emprendedor o gerente de una empresa; todos podemos aportar a éste gran reto, me atrevería a decir, del siglo XXI. Sin embargo, hoy les quiero hablar desde la perspectiva empresarial.
¿Qué significa la sostenibilidad en las empresas? Significa, en palabras sencillas, que la gestión de las empresas debe buscar no solo beneficios financieros sino el conjunto de tres beneficios: el financiero (indudable), social (tal vez sobredimensionado) y ambiental (con muchos mitos).
El financiero ya lo conoce. Es más, las empresas son expertas en esto. Es esa meta anual de mejorar el EVA, el EBITDA o muchos de esos indicadores que sin duda nunca faltan en las revisiones gerenciales o de juntas directivas. Es por eso que hablaré más de la perspectiva social y ambiental. Eso sí, sin dejar al lado la perspectiva financiera.
Cuando hablamos de social siempre hay “peros”, y es que tal vez se sobredimensiona la responsabilidad social de las empresas al punto de obligarlas como si fueran fundaciones y esto puede asustar. La función social de las empresas es, principalmente, generar bienestar a través del empleo y riqueza. Al fin y al cabo, las empresas también aportan a la sociedad cuando pagan sus impuestos, los cuales se terminan convirtiendo en viviendas para los más necesitados, carreteras, colegios, etc. Sin embargo, hay que sentarse a pensar que las actividades de nuestras empresas pueden generar muchas externalidades (efectos negativos) sobre la sociedad más inmediata a sus operaciones: sus clientes, las localidades donde opera y sus empleados. Esta es la primera responsabilidad social que tiene la empresa: “Mantener la conciencia de cómo los afecto y generar planes de acción para dejar de hacerlo”.
¡Pero tranquilo! Aquí es donde entra la sostenibilidad en acción. Según el estudio “Cerrando las brechas de habilidades: lo que los trabajadores quieren”, de la agencia de capital humano Manpower Group, se puede concluir que los trabajadores más felices son más productivos. Y pueden ser estrategias que no le cuestan ni un peso a la empresa, al contrario, tienen todo para ganar. El mismo estudio dice que “los trabajadores que tienen control sobre sus horarios reportan mayor satisfacción en el puesto y menores niveles de agotamiento y estrés. [Entonces], la felicidad fuera del trabajo puede ser la clave para la felicidad en el trabajo”.
¿Sencillo, no? Con pequeñas acciones para dignificar el empleo pueden incrementar la felicidad del empleado y, según Revista Dinero y estudios realizados por Delivering Hapiness, se puede incrementar hasta en un 300% más los resultados de innovación (más ingresos), un 44% más de alta retención de empleados (menos costos para entrenar a un nuevo empleado), un 37% más de incremento en las ventas (más ingresos) y en un 31% más en productividad (menos costos, menos gastos y más ingresos), entre otros aspectos a destacar. En últimas, un mayor EVA y un mayor EBITDA.
Sin embargo, según la misma revista, el 87% de la fuerza laboral en el mundo “se sienten miserables o infelices en sus trabajos”: “En el trabajo no se habla de felicidad”. Es por lo que Revertia Latam, a través de su consultoría en sostenibilidad le apuesta a promover “la generación de empleo socialmente responsable” en conjunto con “empresa financieramente sostenible”, porque como empresas nuestra primera sociedad a la que podemos beneficiar es a nuestros propios empleados generando bienestar y riqueza para todos.
¡Un abrazo a ustedes estimados lectores y por último quiero dejarles la invitación, como dice la revista Forbes, de abrazar la sostenibilidad!
Victor Rojas /Director de Operaciones y Finanzas de Revertia LATAM